lunes, septiembre 11, 2017

Blind Space

He denominado Blind Space a mi momento del día cuando pienso en ella y le quiero decir que la amo pero no puedo, porque le estoy dando su espacio y le estoy dando tiempo, así le digo a ese momento del día cuando la extraño y no puedo demostrárselo… tengo un Blind Space cuando quiero sentir su aroma o cuando quiero saber que está haciendo o si comió rico en el almuerzo o si le llevo algún dulce cuando salga de la oficina, tengo miles de Blind Spaces al día y no poder decirle cuanto la amo cada vez que la pienso me está matando lentamente.

Son las 02:12 AM y estoy teniendo un Blind Space, le deseé buenas noches hace como dos horas y no sé si está durmiendo, si me está ignorando o si estará en la calle tomando con sus amigos o en una cita con algún pretendiente. Soy humano como todos ustedes y también tengo mis inseguridades muy dentro de mi y hasta sentir celos por una mujer después de tantos años es algo que ella me enseñó a sentir… tengo Blind Spaces cuando quiero emborracharme con el olor de su cabello o simplemente me quiero comer su espalda a besos. 

No entiendo como ella es tan fría en todos estos días que no hemos estado juntos ¿Me extrañará ella de la misma manera en la que la extraño?. Tengo Blind Spaces todo el día en la oficina y cómo no puedo demostrarle lo que siento, me quedó sentado en mi escritorio mirando el techo, dejando que el trabajo se acumule. No funciono correctamente desde hace 14 días que es cuando ella se fue con algo de ropa en su maleta y aunque estamos hablando poco a poco de nuevo, para mi el poco a poco es tan tortuoso. Un Blind Space común sucede en las noches cuando voy a dormir y quiero hacerle el amor… es que yo el resto de mi vida sólo quiero hacerle el amor es a ella y para mi el resto de mujeres ya se extinguieron hace tanto tiempo.

Cuando tienes problemas, todos te aconsejan y son tantos los consejos que ya no sé qué hacer. Sé indiferente, no le escribas, cuando ella vea que no le haces caso va a volver… trátala mal… hazle lo que ella a ti, ignórala así, sin más. Pero… es que.. yo… es que… ¿Y si no me nace ignorarla?¿Y si no puedo tratarla mal?. Seré un puto idealista, pero, si amas a alguien no lo puedes tratar de mala manera, sencillamente en mi chip no está lo de tratarla mal pero acepto que ella necesita pensar muchas cosas, es una tortura no saber cuándo le puedo decir que la amo y cuando no. ¿Cómo saber qué es lo que ella quiere escuchar?. Me ahogo en mis Blind Spaces todo el día, es que desde hace rato pensar en ella es la única conversación que tengo conmigo mismo.

Son las 02:27 AM y luego de revisar si está “en línea” por centésima vez desde que le escribí a las 12:07 AM me estoy ahogando en un millar de Blind Spaces. No sé cuando le puedo escribir y cuando no, ¿Será que debo aprender a extrañarla menos? Me da tanto miedo que se corte el lazo, que se rompa el vínculo y sencillamente yo la deje de amar o ella me deje de amar a mi, si es que ya no está roto… son las 02:30 AM y tengo otro Blind Space.

Al menos ya estamos hablando de nuevo poco a poco… 

02:35 AM ...Otro Blind Space.




lunes, septiembre 04, 2017

De nuestra cama y otras nimiedades según ella.


Hace días que se fue y he intentado no mover nada de nuestro cuarto, no he querido quitar sus cosas de donde las dejó, las pocas que quedan, pero ya han pasado algunos días y ayer pensé en cambiar las sabanas de la cama. Desde que se fue, como para poder dormir por las noches he estado abrazando su almohada, y cómo han sido noches difíciles y largas; lamentándolo mucho ya su almohada no huele mucho a ella, sino a mi.

Me quedé acostado, pensando en si cambiar las sabanas o no, en si lavarlas y acabar con todo esto, y aunque he mantenido todo lo más ordenado posible no he barrido ni uno solo de sus cabellos del suelo de nuestra habitación. Pensé en que esto debe avanzar, en que sí no regresa pronto poco a poco se irán borrando sus rastros de nuestra cama y me sentí tan vacío, es que ni ella ni ustedes se imaginan cuanta falta me hace su mal humor todos los días.

Todavía sigue su desmaquillante al lado de mi computador y esa cosa que se echa en las uñas en la mesa del televisor. ¿Y si yo no quiero avanzar? ¿Y si no estoy listo para dejarla ir?. Lleva ya algunos días atrincherada donde sus padres y ella no quiere pensar en nada, quiere un tiempo para aclarar su mente, no quiere pensar en nada me dijo, en nada creo que quiere decir en mi.

Hoy no será que cambie las sabanas de nuestra cama, tampoco será el día en el que barra todos sus cabellos del suelo de nuestra habitación. Hoy creo que tampoco será el día que me diga de nuevo que me ama o que duerma de nuevo entre mis brazos. Si, esa es la peor parte de todo este tema de la cama, voltear hacia su lado de la cama en las noches y no verla. Me jode tanto no verla ahí y el no saber cuándo regresará..

Es lo que me jode más….



sábado, septiembre 02, 2017

Open Party


Lo primero que hice el primer Viernes cuando ella me dejó fue hacer una “Open Party” con todos mis amigos, los llamé a todos, los que sabían y los que no, que al parecer y no por decisión propia, parece que era soltero de nuevo. Todos se hicieron presentes antes el llamado de su colega Myself y no faltaron las botellas de Whisky y las invitaciones para irnos de putas, y entre la pintura mate y el cemento blanco de la remodelación interrumpida en la que quedó nuestro hogar, ahí armamos una mesa de pokér improvisada y nos disponíamos a jugar toda la noche, como en los viejos tiempos.

Comenzaron todos a hablar, a fumar, a servir tragos aquí y a servir tragos por allá. No faltaron los chistes sobre mujeres y hasta uno del grupo que se encuentra viviendo el Lituania hizo acto de presencia por Skype, mandando fotos de sus amigas europeas por el Whatsapp. Todos estaban solidarios conmigo, todos eran un solo himno de “vamos, saldrás de esto”. Y de repente, pasó algo muy extraño…

Me di cuenta que la cocina estaba sucia, por todos los tragos que se servían y comencé a limpiarla, cómo si ella fuese a regresar a primera hora del sábado, es que si ella veía la cocina en ese estado se iba a molestar conmigo, su cocina impecable y libre de grasa, estaba sucia de cenizas de cigarro y arroz chino. Yo no podía permitir eso, porque un día llegué de la oficina y ella estaba limpiando a profundidad todo aquello y me juré después de verla limpiando como una esclava que nunca jamás iba a permitir que aquella cocina impecable volviera a ser una cochina cocina de soltero.

Al mismo instante, comencé a lavar ropa y pude darme cuenta que su ropa sucia seguía junto a mi ropa sucia. Lavé 2 lavadores, limpié la cocina y hasta estuve hasta las dos de la mañana buscando un juego de llaves perdido, recordaba haberlo visto en una de sus carteras, pero no encontré ni las llaves ni la cartera. A mitad de la faena dejé de tomar, tenía como gastritis, una sensación tan extraña; como nervioso y asustado pero sin estarlo, temeroso de perderla y mientras todos mis amigos estaban cantando rancheras de José Alfredo Jiménez, borrachos, pues yo, bueno, yo dejé la cocina impecable, tendí toda su ropa junto con la mia, me bañé con agua hirviendo y con su jabón de baño.  Bañado y empijamado, me hice un té de esos que compré para ella cuando no podía dormir, para calmarle la ansiedad y me fui a la computadora como a las 3:40 AM a escribir estas letras, para desahogarme un poco y poder dormir.

maldita sea… como la extraño.